El fútbol argentino está de luto. A los 80 años, falleció Hugo Orlando Gatti, uno de los arqueros más emblemáticos de la historia del fútbol. “Loco” estuvo dos meses de internación en el Hospital Pirovano, donde estuvo en coma farmacológico. Frente a un cuadro irreversible, su familia tomó la decisión de desconectarlo del respirador artificial que lo mantenía con vida.
En un comunicado difundido este domingo surge que “en virtud a su estado de salud irreversible, sin posibilidad de recuperación, procederán al retiro de ventilación mecánica, en el transcurso del día”.
La carrera de Hugo Orlando Gatti
Gatti nació en la ciudad de Juan José Castelli, en la provincia de Chaco, el 19 de agosto de 1945. Su carrera comenzó a gestarse en las inferiores de San Lorenzo, pero sería en Boca Juniors donde alcanzaría la gloria. Con la camiseta azul y oro, “El Loco” se consagró como uno de los arqueros más queridos y respetados por los hinchas. Su habilidad para atajar, su temperamento desafiante y su personalidad excéntrica le otorgaron el estatus de leyenda.
A lo largo de su carrera, Gatti se destacó por un estilo poco convencional para la época. Mientras la mayoría de los arqueros preferían mantenerse dentro de los límites del área, él rompió con los moldes y se aventuró fuera de su zona, tomando riesgos que, en muchos casos, lo convirtió en una figura mítica. Su dominio del arco fue acompañado de una gran capacidad de lectura de juego, lo que le permitió anticiparse a los remates y generar atajadas impresionantes.
Pero más allá de sus virtudes técnicas, Gatti trascendió por su personalidad arrolladora. Siempre estuvo dispuesto a desafiar las reglas no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella. Su relación con los medios de comunicación y su estilo de vida provocó que lo convirtió en un personaje mediático, tanto admirado como criticado. Sin embargo, su autenticidad siempre fue su sello distintivo.
Hugo Gatti defendió los colores de Boca Juniors durante más de una década (1972-1988), convirtiéndose en uno de los ídolos más grandes de la institución. Durante su paso por el club, cosechó títulos nacionales e internacionales, pero el que lo marcó para siempre fue la Copa Libertadores de 1978 , torneo que consiguió con el Xeneize y que lo puso en la elite del fútbol mundial.
Con el tiempo, su nombre se asoció al club de la ribera, aunque su historia no se limitó solo a Boca. Gatti también defendió los arcos de Ferro Carril Oeste y Gimnasia y Esgrima La Plata, pero fue con Boca donde alcanzó su mayor esplendor y donde su legado quedó definitivamente cimentado.
